Hoy, conseguir y mantener el factor competitivo requiere una continua modificación de los productos, que sólo es posible si el proceso productivo, entendido como instalaciones, máquinas y sistemas, también es flexible.
Especialmente en los periodos de bajo crecimiento económico, es fundamental aportar pequeñas modificaciones a las instalaciones que reviertan sustanciales ventajas en términos de margen empresarial. |